
Un vino elaborado con las viñas más jóvenes de Ferrer Bobet. Cariñena, Garnacha, Syrah y Cabernet.
Se emplean viñas centenarias de Cariñena y Garnacha, plantadas sobre suelos de licorella, la pizarra típica de la región, que en el caso de Ferrer Bobet tiene la ventaja añadida de encontrarse en una finca fresca, con elevación y pendiente.
De las setenta hectáreas de la finca, se han plantado apenas veintidós para mantener la biodiversidad, y se realiza una viticultura orgánica en la que no hay sitio para insecticidas, fungicidas o herbicidas.